A los antimadridistas

Uno intenta pasar de las chorradas que lee y escucha, porque darles importancia es hacerle el juego a gente que no merece ni un comentario. Pero en ocasiones uno debe de hacerse oír, debe de explicarles a algunos, que por mucho que disfracen sus mentiras de verdades, seguirán siendo mentiras. No me dirijo al buen aficionado de un equipo, ya que cada uno tendrá sus preferencias por unos colores. A esos aficionados que son del Atléti, Barcelona, Sevilla, Athletic, etc. , todo mi respeto. Ese que anima a sus colores, que ama el fútbol, pero que por encima de todo sabe que esto es un deporte y el respeto al contrario es vital, tiene mi respeto y admiración.

En poco voy a cumplir 54 años, y he visto mucho fútbol. Soy del Real Madrid, sí, pero también amo este deporte. Nuestro equipo, por su grandeza, ha logrado ser admirado en todo el mundo, pero el ser tan grande también genera envidias, especialmente en sus más directos rivales. Y la envidia, puede convertirse en algo positivo si con ella intentas ser mejor que quien envidias. Pero si esa envidia la utilizamos para odiar, para desprestigiar al contrario, para generar violencia con ella, ya entramos en terrenos peligrosos.

A mi nunca me ha entrado en la cabeza eso de ser anti. Es lógico querer que el que es rival directo de tu equipo pierda hasta en las chapas, faltaría más. Pero palabras como “estos me dan asco”, “los odio” y otros epítetos, no entran en mi cabeza. Creo que el respeto es vital, no solo en el fútbol, sino en cualquier orden de la vida.

Parece ser que tenemos que pedir perdón por ser del Real Madrid, por ser del equipo que en el siglo pasado fue declarado como mejor equipo de la historia. Además de la admiración, pero también envidia que genera nuestro palmarés, hemos tenido que soportar las mentiras que se han creado entorno a nuestra historia. Desde ser el equipo del régimen o gobierno de turno, a ser el protegido de las federaciones y del estamento arbitral. Todas mentiras que no por cien veces repetidas se hacen verdaderas, pero que crean un caldo de cultivo peligroso en el que no ve más allá de sus narices. Que el Madrid se ha podido ver favorecido en algunas ocasiones por decisiones arbitrales, no lo vamos a negar, de igual modo que le ha ocurrido al Barcelona, al Atléti o cualquier otro equipo. Es algo que forma parte del juego. Querer ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro es de no ser justo.

El antimadridismo no es exclusiva de los seguidores del Atléti o Barcelona, pero en ellos se refleja como máximo exponente ese odio visceral que tienen a todo lo que huele a Real Madrid. Siempre han justificado sus fracasos atacando a nuestro club. Poco les ha importado si el mal de sus equipos no estaba en sus propios clubes. En vez de luchar por ser mejores que nosotros, han gastado todas sus fuerzas en menospreciar lo conseguido por nosotros. Y es curioso que cuando dos entrenadores como Guardiola (ya había un trabajo previo en los azulgranas) y Simeone les hacen perder sus complejos respecto al Real Madrid y logran hacer que sus equipos le puedan plantar cara al Madrid, especialmente en el caso de los azulgranas, ellos sigan atacando al club madridista. Lo que me lleva a una conclusión, ya no solo es que lo llevan en la sangre, sino que siguen siendo unos acomplejados.

Desde Barcelona siempre se ha utilizado la política para convertirlo en algo más que una mera disputa deportiva. El estado les perseguía (y les persigue) por el hecho de ser catalanes, y para hacerles daño favorecen al Real Madrid. Se mantienen en esa eterna mentira que ya en otros artículos les he desmontado. En cuanto a los vecinos, siempre han vivido a la sombra de la grandeza de nuestro club. Sus complejos no les han dejado crecer como club. Como ya os he dicho en infinidad de ocasiones, no soy anti de nada. Como club de mi ciudad siempre he sentido respeto por el Atléti, y siempre he creído que de mirar de puertas para adentro e intentar ser mejores, ya que a lo largo de la historia han tenido buenas plantillas para hacer cosas grandes, se han desgastado en hacer antimadridismo. Odiar desgasta mucho.

En el caso de los eternos rivales madrileños, siempre se han creído mejores aficionados que nosotros. Para ellos, es más importante el amor a los colores que los títulos. A veces te lo cuentan de tal forma, como en estos últimos días tras la derrota en Champions frente a los nuestros, que parece un culebrón de esos que en los años ochenta ponían en televisión. Somos pobre, pero honrados, te vienen a decir. Ellos son los buenos buenísimos, mientras nosotros encarnamos la maldad. Se ofenden si en un tifo se constata una realidad, que no es otra que tenemos 11 Copas de Europa y las dos últimas se las ganamos a ellos, pero olvidan que los peores cánticos que yo he escuchado en un campo de fútbol se los he escuchado a su afición. Desde el “Juanito echo papilla” al “Se va a morir el hijo de Mijatovic, pasando por el “Puerta se marea”. Muy dignos ellos. Por no hablar de alguna pancarta de muy mal gusto. Se declaran como “mejor afición”, ellos nunca abandonan o silban a los suyos, pero se les olvida que no hace mucho, bajaron a Segunda División, que arrancaron los asientos de los fondos y se los tiraron a sus jugadores acompañados de huevos. Se les olvida que algunos “aficionados” suyos, un día interrumpieron un entrenamiento entrando a su ciudad deportiva encapuchados y con bates de béisbol. ¡¡¡Qué gran afición!!!. Tampoco se quieren enterar de muchos capítulos de su historia. No se quieren enterar que si hubo un equipo apoyado por el régimen fue el suyo. Pero bueno, de eso ya me encargue de recordárselo hace tiempo en un artículo. La pena es que no haya un medio de gran repercusión que les abra los ojos y les cuente la historia de verdad.

En cuanto a los culés, tanto de lo mismo. Disfrazan ayudados por la prensa adepta, lo que fue un escándalo arbitral, como una gran gesta de su equipo. Ocultan, que pudieron ganar la Champions de 2009 tras otro escándalo arbitral en las semifinales contra el Chelsea. Ponen el objetivo por cualquier cosa en el equipo madridista, volviendo la cara a los problemas de algunas de sus estrellas con el fisco español, o mintiendo sobre el precio de un jugador. Por no hablar de los chanchullos económicos de directivas anteriores (y presentes). Hablan de cantera y valores cuando a ellos les interesa, pero no se dan cuenta que las hemerotecas les desenmascaran.

Sigan haciendo antimadridismo. Sigan mintiendo y presumiendo de ser los más puros y los más castos. Mientras, nosotros seguiremos haciendo crecer nuestra historia a base de títulos, pero también con el orgullo de amar unos colores, de sentir un escudo, y de si, exigir a nuestros jugadores (es verdad que a veces en exceso), porque gracias a ello, gracias a ser una afición exigente, el Real Madrid es, les duela o no, el MEJOR EQUIPO DE LA HISTORIA.

No se como acabará esta temporada. Puede que con un doblete, puede que con un título, o en el peor de los casos con ninguno, pero los madridistas también estamos orgullosos de serlo, en las buenas y en las malas. Lo demás, es literatura barata.