Juan Gómez González, futbolísticamente conocido como Juanito, nace un 10 de noviembre de 1954 en la localidad malagueña de Fuengirola.
Tras dar su primeros pasos como futbolista en equipos de su tierra, pasa a formar parte de la cantera del Atlético de Madrid, debutando incluso en el primer equipo en un partido amistoso. Pero Juan sufre una importante lesión en la tibia, y es fichado por el Real Burgos en 1973. En sus cuatro temporadas en el equipo burgalés empieza a hacerse con un nombre en el fútbol español.
En el verano de 1977 el Real Madrid paga al Burgos 27 millones de pesetas por su traspaso. Juan juega durante 10 temporadas en el Madrid, en los que tiene oportunidad de jugar con diferente generaciones de futbolistas, desde los Camacho o Vicente Del Bosque, a los entonces jovencitos de La Quinta del Buitre.
Su gran calidad hizo que se mantuviese tanto tiempo en un club tan complicado como el Real Madrid, pero eso, unido a la conexión que logró con la grada, hizo que a día de hoy siga siendo recordado. Cierto es que hubo una época, que al hoy idolatrado Juanito, se le cantaba desde la grada “Illa, illa, illa, Juanito pá el Castilla”. Pero ya digo, su calidad y su amor a club hizo que al final todo el madridismo se rindiese a él.
A su palmarés se suman 5 Ligas, 2 Copas del Rey, 1 Copa de la Liga y 2 Copas de la UEFA. Además, jugó la final de la Copa de Europa de 1981 contra el Liverpool, y la Recopa de 1983 frente al Aberdeen.
En la temporada 83-84 se hace con el Pichichi, compartido con el jugador del Real Valladolid, Da Silva.
Con la Selección jugó 34 partidos, en los que marcó 9 goles. Jugó la Eurocopa de 1980 y los Mundiales de 1978 y 1982.
Tras dejar el Real Madrid, juega dos temporadas en el Málaga, en donde se retira oficialmente, aunque posteriormente jugase unos meses en Los Boliches.
No le dio mucho tiempo a ejercer como entrenador. Siéndolo del Mérida, viajó a ver a su Real Madrid en un partido de Copa de la UEFA, pero de regreso a la ciudad extremeña se dejó la vida en la carretera.
Eterno Juan, siempre con nosotros.
Amigas y amigos:
Ayer disfrutamos de una tarde especial en el Bernabéu.
El madridismo rindió homenaje a Juanito en el 25 aniversario de su fallecimiento. Sobran las palabras para definir a Juanito como persona y futbolista; valga el hecho que todavía miles de aficionados – muchos de ellos no han llegado a conocerle – corean su nombre en el minuto 7 de cada partido.
Como ha dicho recientemente Alvaro Arbeloa, en Juanito se encarnan los valores del madridismo: coraje, valentía, lucha hasta el final y lucir la camiseta blanca con honra, humildad y agradecimiento.
Estamos orgullosos de nuestra cantera, de los niños que se forjan en Valdebebas como personas y como jugadores, pero no solo los canteranos sienten el amor al club. Juanito es un ejemplo de ello. Jugó en varios equipos hasta recalar en el Real Madrid, y no se puede ser mas madridista que lo fue Juanito.
Acabamos de ver en el informativo de Real Madrid TV que Nocioni, jugador del Real Madrid de Baloncesto, se retira a final de temporada.
Andrés Nocioni tampoco ha jugado toda su vida en el Real Madrid, pero la afición ejemplariza en él los valores del madridismo. No ha habido partido en que la salida de Nocioni a la cancha no haya significado un revulsivo para el equipo. Ha sido clave en partidos históricos como en la final de la Euroleague en 2015 contra Olympiacos, en la que fue nombrado MVP y siempre ha aportado al equipo, sin que le importara la cantidad de minutos que jugaba.
Esta semana en la que tanto se ha hablado de los valores del Real Madrid, podemos resaltar la trayectoria de dos figuras míticas que representan, como tantos otros, esos valores que los madridistas sentimos.
Conocemos nuestra historia, sabemos lo que somos y tenemos muy claro que el futuro nos deparará nuevas páginas doradas que añadir a nuestro brillante recorrido. Nadie nos va a confundir.
¡¡¡ HALA MADRID !!!
Me ha encantado!! Eterno 7 Juanito, eterno!!! Hala Madrid!!
Mi ídolo , todos queríamos ser Juanito!!! Eterno 7 Juanito, eterno!!! Hala Madrid!! Una parte de mi ninez se fue con él.