Ya la tenemos aquí. La Duodécima Copa de Europa ya luce en la vitrinas de nuestro museo. Personalmente tuve el privilegio de asistir a mi sexta final de Copa de Europa, y como en la anteriores, la enorme alegría de ver como nuestro Madrid se traía la Copa a casa.
La alegría fue mayor por compartir ese maravilloso día con amigos que era la primera vez que presenciaban en directo una final de Copa de Europa. Vivirlo junto a queridos amigos como Esther, Joaquin, Carlos y Alberto, sin olvidarme de David y Carolina. Con compañeros y amigos de la Peña como Angelines, Pedro, Juan Antonio y los Raules (a los que tuve el honor de conocer en persona. Pena que al final no nos pudimos ver con mis queridos Carmen y Jose). Vivir ese día con nuestros compañeros de abono en el Bernabéu, Mabel y Carlos. Y por supuesto, con nuestro querido Gerardo, que hizo posible que 368 personas viajasen con la Peña. Y también disfrutarlo junto a personas tan apreciadas como Gloria, María, Rafa y Alberto. Sin olvidarme de Ana, su hija y Candy, así como Javi y Ana. Y claro está, junto a mi inseparable Paco, con el que ya he presenciado cuatro finales europeas. Un recuerdo especial para mi padre, que desde allí arriba vería como su Madrid se proclamaba de nuevo campeón de Europa. Y a mi amigo César y mi sobrino David que no pudieron estar allí, pero que seguro que lo harán en próximas, porque no nos vamos a parar aquí. Os pido perdón si de alguien me olvido.
Os dejo un montaje con unas imágenes de vídeo que tómanos durante el día y el partido, así como algunas fotillos que entre unos y otros nos fuimos pasando. Perdonar al cámara, que por los nervios en algunos momentos del partido grababa al suelo, je je je. Espero que os guste.
Nota: Quiero pedir disculpas por un gesto mio casi al final del vídeo. Ya fuera, y con la euforia de la victoria, le dedico un feo gesto a los antis, y que quede claro que solo a los antis. Aún así, se que no es correcto, pero nos han dado por todos los lados esta temporada, y uno al final también se harta. Pero repito, disculpas.
obra maestra