Baloncesto Obituario

OBITUARIO – VICTOR DE LA SERNA

Escrito por Rafael Arias

Ante la triste noticia del fallecimiento del periodista Víctor De La Serna, nuestro referente en el deporte de la canasta, Rafael Arias, ha querido recordarnos su figura.

Víctor de la Serna ha muerto a los 77 años de edad. Para muchos será un periodista más, pero para mí puede ser el referente que me ha marcado en el análisis y las crónicas de los partidos de baloncesto.

Trabajó durante 10 años en el diario “Informaciones”; fue corresponsal en Estados Unidos, en pleno caso Watergate, y después jefe de la sección de local y redactor jefe. Tras su paso por la jefatura de prensa de la Asociación de Editores Españoles (AEDE), recaló en el diario El País, de allí a Diario 16, antes de unirse al equipo fundacional de EL MUNDO

Durante su etapa profesional, Víctor destacó en diferentes áreas periodísticas, en información internacional, en el área gastronómica y en el área deportiva.

En mis inicios como aficionado al baloncesto, yo tenía dos referentes periodísticos, Carlos Jiménez y un poco más tarde, Martín Tello. Hablo de los últimos años de los 70 y primeros de los 80. Pero pronto comenzaría a leer con atención las columnas de Vicente Salaner y de conocer un poco más de él. En los años que publicábamos «Tu Real» dentro de nuestra Peña, teníamos una sección llamada «La Canasta», donde en más de una ocasión colgábamos una columna de este periodista.

Dentro del área deportiva, firmaba sus crónicas, como VICENTE SALANER. Me gustaría mencionar algunas etapas de su vida y su importancia en el baloncesto.

Vicente Salaner fue al periodismo deportivo y al baloncesto, un pionero, un centinela, una referencia, un crítico tan afilado que hasta en el Real Madrid sus columnas eran leídas con inquietud. Cuentan que fue una visita de aquellos gigantes del equipo de baloncesto blanco al hospital donde el niño Víctor estaba ingresado un día de Reyes lo que encendió para siempre su doble pasión, por las canastas y por el club.

Hay que retroceder al año 1962, a la primera final de la Copa de Europa de baloncesto, disputada por el Real Madrid, en Ginebra, contra el Dinamo de Tiflis, donde Vicente Salaner tuvo el gran privilegio de presenciar su primer partido desde el banquillo del Real Madrid. Como llegó al banquillo fue anecdótico. Vicente, hijo de diplomático vivía en Suiza y su padre era un buen amigo de Raimundo Saporta; Le propusieron para que Vicente sirviera de guía e interprete para el equipo, durante la semana que pasó el Real Madrid en Ginebra, preparando la final.

Era el primer encuentro de baloncesto que Vicente veía en su vida, y allí, vibrando con las proezas de Emiliano Rodríguez y Wayne Hightower, y pese a la derrota, nació su pasión por el más espectacular de los deportes colectivos. A raíz de este partido, el primer comentario sobre Pedro Ferrándiz, al que definió como «un joven, hiperactivo y muy menudo entrenador, que parecía llegar a la altura de la cintura de alguno de sus pupilos».

Años más tarde, durante sus estudios de periodismo en la Universidad de Columbia, se haría un gran aficionado a los CELTICS y se convertiría en una especie de puente entre Estados Unidos y España. Sería ojeador, consultor, asesor, intermediario, alguien, al que gracias a su domicilio del inglés se le pudiera encargar una gestión.

Imagen: Víctor De La Serna acompañado por Karl y Luyk. Fotografía lagalerna.com

Vicente pasaría seis años tomando estadísticas «en la mesita del Pabellón de la Ciudad Deportiva», labrando una amistad imperecedera con Ferrándiz, que, al no hablar inglés, le utilizaba para ojear jugadores estadounidenses. En ocasiones, de la mano de Pedro Ferrándiz y más tarde de Lolo Sainz, más de un fichaje estuvo tras las gestiones de Vicente. Por ejemplo, los de Wayne Brabender y más tarde el de Walter Szczerbiak.

Cuando casi nadie comentaba pasajes de la NBA, Vicente, era capaz de hablarte de la ferocidad de un entrenamiento de los Knicks de Bernard King y Hubie Brown a finales de 1984 en el Loyola-Marymount College de Los Ángeles (previa a su partido contra los Lakers) o de aquella exhibición de tiro de Rik Smits en el Garden neoyorquino en los 90. Porque él había estado presente. En 1967, el todavía universitario Bill Bradley pasó por Madrid (estudiaba en Oxford con una beca y el Simmenthal de Milán le había fichado), Vicente le entrevistó en el vestuario y fue publicado en la sección de deportes de ‘Pueblo’.

Pero si muchos recuerdan a Vicente es por su sabiduría en un programa tan efímero como mítico que comenzaba con el ‘Faith’ de George Michael. En la primera emisión de “Cerca de las estrellas”, junto a Ramón Trecet y Esteban Gómez, allí estaba él, un 7 de febrero de 1988 comentando un Boston-Milwaukee. Pocos sabían tanto de NBA como él en los 80.

Vicente contaba como su amigo Mike Fratello le pidió consejo sobre jugadores europeos que destacaban para rellenar las últimas elecciones de los Hawks en el draft (y ahí apareció José Antonio Montero en 1987, con el 113) o cómo trajo a una selección USA para el 50 aniversario del Real Madrid de baloncesto y en octubre de 1981 llegaron a a la capital Moses Malone, Kevin McHale, Artis Gilmore

Vicente influyó en que el ahora presidente de la ACB Antonio Martín no pudiera jugar con la Universidad de Pepperdine, a la que envió faxes y documentos evidenciando su condición de profesional: el Madrid había perdido a su hermano rumbo a los Blazers y no podía permitirse el lujo de una plantilla con sólo Romay y Brad Bradson como pívots.

Vicente escribió en aquellos fascículos ochenteros llamados Mi baloncesto y, por supuesto, en Gigantes. Fue fundamental en el nacimiento y la consolidación del programa Tirando a Fallar (EsRadio).

Fue el intérprete y cicerone de George Karl durante la época de entrenador del Madrid del estadounidense. Un interlocutor, un confidente, casi un representante. Se le requirió varias veces para acompañar a los narradores americanos y comentar con ellos, en su perfecto inglés, los partidos jugados en España por equipos de la NBA. Fue el «speaker» oficial del Open McDonalds de 1988 que enfrentó al Real Madrid con los Boston Celtics. Guardaba como una joya el balón firmado por los protagonistas.

Ya apenas acudía a ver baloncesto en directo, pero en 2015 se acreditó en la Final Four en Madrid en la que el Real Madrid reconquistarían la Euroliga.

Ha muerto al pie del cañón. Al pie de la canasta. El pasado día 14 publicó su último trabajo: «Cuando el jugador español ya es una rareza en España«, donde una vez más denunciaba la crisis del jugador nacional en la Liga Endesa.

Y termino, … Como podéis imaginar parte de lo que aquí expresado son recopilaciones de los muchos artículos y reportajes que desde hoy están apareciendo en la prensa escrita, en reconocimiento a la gran labor periodística realizada por Victor de la Serna, en la figura de Vicente Salaner, por el maravillo deporte de la canasta.  D.E.P.

6 comentarios

  • ¡Todavía recuerdo sus columnas! Entonces veía más baloncesto que ahora.
    Como creyente rezaré por él. D.E.P.

  • Gracias Rafa!. Estos artículos engrandecen nuestra Web y nos dan a conocer a personajes ligados al mundo del deporte más allá de jugadores, entrenadores o directivos. Periodistas de los de verdad, ejerciendo un periodismo digno y no a lo que nos tienen acostumbrados ahora. Descanse en paz Víctor de la Serna.

  • Está triste noticia me ha hecho reflexionar sobre el gran cambio que ha sufrido el periodismo, posiblemente la gran culpable sea la evolución de la sociedad y los medios, ahora priva la inmediatez ante la rigurosidad y la calidad. Echamos de menos periodistas cómo él, D.E.P. Don Víctor De La Serna

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