Otro Campeonato de Liga que echa el telón. Otra Liga con sus pequeñas y grandes historias. Otra Liga que acaba con grandes alegrías y mayores decepciones, donde las lagrimas de felicidad y de tristeza habrán brotado de más de unos ojos. Objetivos cumplidos y sin cumplir.
En Barcelona, celebran un título de Liga que tuvieron ganado a primeros de abril, y que tras perder contra el Madrid en el Nou Camp, tuvo un bajón que aprovecharon Madrid y Atléti para meterles presión hasta la ultima jornada. No voy a entrar a valorar lo merecido o no del título, aunque siempre soy de los que piensa que al final los trofeos los ganan quien más lo merecen, sobre todo los que como la Liga, te lo tienes que trabajar jornada a jornada. Tampoco quiero entrar en polémicas arbítrales, ya que tendríamos para otro artículo, y ya tenemos aquí amigos que se encargan de examinar con detenimiento los favores a los barcelonistas. Solo decir, que no quiero pensar lo que se estaría diciendo si nuestro Madrid gana el campeonato con el balance arbitral que han tenido los culés.
En el Madrid, ser segundo nunca se ha valorado como un logro. Nuestra historia es nuestra carcelera, y aquí o se gana, o no se le da ningún valor a otra cosa. Lo de los subcampeonatos no va con nosotros. Es cierto que la recta final del campeonato ha sido soberbia, pero hemos tenido que pagar el mal inicio de temporada del equipo. No vamos a entrar en los porqués, ya que creo que se ha ido analizando a lo largo de la temporada, pero esa primera fase, con Benítez de entrenador, más los tropiezos frente al Betis y Málaga principalmente, ya con Zidane en el banquillo, han sido un lastre en la recta final. Quizá un poco más de suerte no hubiese venido mal. Muchas lesiones, y un trato distinto al equipo en decisiones que no están en nuestras manos, no hubiese venido mal.
Los vecinos de la Ribera del Manzanares, pelearon junto a Madrid y Barça hasta la penúltima jornada, por ser campeón. Se equivocó Simeone al inicio de temporada al pensar que esta Liga estaba preparada para el Madrid, como así se ha demostrado, y eso puede que les haya pasado factura en momentos puntuales. Aún así, otra temporada liguera en la que los rojiblancos han estado de notable alto, y aún así han quedado terceros.
Historias de felicidades y de trabajo bien hecho en Villarreal, Bilbao y Vigo, donde los tres equipos, con un merito enorme, se han clasificado para jugar competiciones europeas. Por el contrario, en Valencia y Sevilla no pueden decir los mismo. Decepción en ambos bandos por su papel en la Liga, especialmente a orillas del Turia, ya que al menos los sevillanos optan a dos títulos, Copa y Europa League.
Pero si esto ocurría por la parte de arriba, por abajo también se han vivido historias con distintos finales para sus protagonistas. Volviendo a orillas del Turia, el Levante apuntó temprano a ser un serio candidato a descender, como así ha sucedido. Rayo y Getafe lo intentaron hasta el final, pero diversas circunstancias les condenaron al final al descenso. Lastima por los tres, pero especialmente por los vallecanos, ya que su apuesta por el buen fútbol hubiese merecido otro final. Granada y Sporting se salvaron sobre la bocina.
En fin, historias varias, con desenlaces varios, pero que dentro de un par de meses volverán a escribirse nuevas historias ligueras, y lo mismo, los que hoy lloran de tristeza, dentro de 12 meses lo hacen de felicidad.