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EL CLUB DE LOS 100 | ALSÚA I

Escrito por JaviDatos
“Imagen. Antonio Alsúa Alonso, jugador del Real Madrid. Fotografía X jugadores del Real Madrid 1.”

En la historia del Real Madrid hay héroes visibles y héroes de andamio. Los primeros aparecen en los carteles, en las portadas, en las figuritas del álbum; los segundos, en cambio, se quedaron en el cemento del estadio, en la lealtad del escudo y en las cifras que nadie recita pero que lo sostienen todo. Antonio Alsúa Alonso, más conocido como Alsúa I, pertenece a esa aristocracia obrera de los cimientos. Un hombre nacido en Irún en 1919, en una España que olía a carbón, humedad y posguerra, y que acabaría siendo uno de los futbolistas que dieron forma al Real Madrid moderno antes de que llegaran las trompetas de la gloria.

ALSÚA I: EL MEDIOCENTRO QUE SOSTUVO AL MADRID CUANDO SOLO LO SOSTENÍA EL ORGULLO

 Su ficha, leída con frialdad, podría parecer discreta: mediocampista, 177 partidos oficiales con el Real Madrid, 46 goles, dos Copas de España y una Eva Duarte. Pero quien mire esas cifras sin contexto no entenderá nada. Porque cuando Alsúa I vistió la camiseta blanca, el club todavía no tenía ni las vitrinas relucientes ni la hegemonía continental que lo harían inmortal. Lo que tenía eran hombres —no figuras— que jugaban por algo más que una nómina. Y Alsúa I era de esos que no necesitaban el brillo para parecer grandes. Le bastaba el balón, una zancada elegante y una puntería poco común para un centrocampista.

Nació futbolísticamente en el Real Unión de Irún, aquel club casi romántico que había sido campeón de España en los años veinte. Desde allí lo fichó el Real Madrid en 1941, cuando España aún contaba los escombros de la guerra y Chamartín era más una aspiración que un estadio. Con 22 años, Alsúa aterrizó en un equipo que luchaba contra todo: la precariedad, la irregularidad y el peso de reconstruirse sin más gasolina que la dignidad. Pero ahí estaba él, incansable, disciplinado, con ese aire de futbolista que no presume pero manda.

Durante ocho temporadas defendió el blanco con una constancia admirable. En una época sin televisión, sin titulares estridentes, sin agentes ni redes sociales, Alsúa I se limitó a jugar bien. Era un centrocampista de los que entienden el juego como una sinfonía: equilibrio, pausa, inteligencia. Tenía, además, un instinto para el gol que habría hecho fortuna en tiempos modernos. Cuarenta y seis dianas no son poca cosa para quien no vivía pegado al área. De hecho, un 2 de febrero de 1947, en un partido de Liga contra el Castellón, se permitió un exceso impropio de su modestia: cinco goles en un solo encuentro. Cinco. En una época en la que el balón pesaba como un ladrillo y los defensas te dejaban el tobillo de recuerdo.

En el vestuario se le conocía como Alsúa I porque su hermano, Rafael, también llegó a la élite como delantero. Rafael fue el talento más mediático; Antonio, la estructura. Uno hacía ruido; el otro, historia. Cuando el Real Madrid ganó las Copas del 46 y del 47, Antonio estaba allí, sosteniendo el medio campo con la naturalidad de quien no necesita un titular para sentirse imprescindible. Después se marchó al Gimnàstic, al Lérida y al Alavés, donde incluso ejerció de jugador-entrenador. Fue una carrera coherente, digna, como las de antes: sin histeria, sin agentes italianos, sin comunicados en redes.

Dicen que murió en Irún en 1998, casi en silencio, como vivió. Pero su nombre sigue colgado en la web oficial del club, en la sección de “Leyendas”. Y no por nostalgia institucional, sino porque sin tipos como Alsúa I el Real Madrid jamás habría llegado a ser lo que es. Los grandes títulos europeos, las Copas de Europa, los Balones de Oro… todo eso se construyó sobre los pies anónimos de hombres que jugaron cuando lo único que se ganaba era respeto.

Alsúa I en un cromo de la época. Fotografía todocolección.com

Alsúa I pertenece a esa generación que sostuvo al Real Madrid cuando solo lo sostenía el orgullo. No hubo focos, ni alfombra roja, ni himno de la Champions; solo un campo embarrado y una camiseta que significaba algo. En cada partido, Alsúa I representaba la parte del Real Madrid que no se ve, la que no presume, la que trabaja. Y tal vez por eso su memoria es importante: porque en tiempos de mercenarios, recordar a quienes fueron fieles sin promesa de gloria es casi un acto de justicia.

Hoy, en los resúmenes del club, su foto aparece en blanco y negro: gesto sereno, mirada firme, la raya bien peinada. No hay arrogancia ahí, sino temple. El mismo temple que necesitaría el Real Madrid para sobrevivir a los años más duros de su historia. Por eso, cuando uno repasa los nombres que de verdad construyeron esta leyenda —Bernabéu, Molowny, Zárraga, Pahíño… y sí, Alsúa I— entiende que los cimientos del madridismo no son los trofeos, sino los hombres que creyeron antes de que hubiera motivos para creer.

Y si algún día vuelves a ver aquella foto antigua —Alsúa I mirando al horizonte con la camiseta blanca sin publicidad, sin firma ni contrato millonario— recuerda que en ese gesto serio y disciplinado se escondía la semilla del Real Madrid eterno. El club que jamás se rinde empezó con tipos así: silenciosos, leales, inmensos en su modestia. Antonio Alsúa Alonso. El mediocentro que sostuvo al Madrid cuando solo lo sostenía el orgullo.

Como siempre suelo decir: Ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida. ¡Hala Madrid!

Sus datos en el Real Madrid, extraídos de la obra “Veteranos y Noveles” (Geoplaneta 2023) escrita por un servidor de ustedes, son:

 

NOMBRE: Antonio Alsúa Alonso.

POSICIÓN: Centrocampista.

NACIMIENTO: 25 de octubre de 1919.

LUGAR DE NACIMIENTO: Irún (Guipúzcoa) España.

FALLECIMIENTO: 3 de abril de 1998.

NACIONALIDAD: España.

DEBUT: 23 de marzo de 1941, amistoso, R. Madrid-Sevilla, 2-3.

DEBUT OFICIAL: 11 de mayo de 1941, Copa, R. Madrid-Celta, 2-2.

ÚLTIMO PARTIDO: 13 de junio de 1948, Copa Eva Duarte (final), R. Madrid-Valencia, 3-1.

TEMPORADAS: 8

PARTIDOS OFICIALES: 177

LIGA: 132

COPA: 42

COPA EVA DUARTE: 1

COPA PRESIDENTE: 2

VICTORIAS: 92, EMPATES: 31, DERROTAS: 54

TITULAR: 177

SUPLENTE: 0

SUSTITUDO: 0

MINUTOS: 15.725

PARTIDOS COMPLETOS: 176

PARTIDOS AMISTOSOS: 48

GOLES: 46

PRIMER GOL: 11 de mayo de 1941, Copa, R. Madrid-Celta, 2-2.

ÚLTIMO GOL: 18 de abril de 1948, Copa, R. Madrid-Córdoba, 1-0.

REPÓKER: 1,

DOBLETES: 4

ASISTENCIAS: 57

INTERNACIONAL: No.

TRAYECTORIA: Real Unión de Irún, Real Madrid, Gimnástic de Tarragona, Lleida, Alavés.

TÍTULOS CON EL REAL MADRID:

2 Copas.

1 Copa Eva Duarte.

 

2 comentarios

  • Gracias Javi por traernos estos interesantes artículos, y a jugadores de otras épocas y otro fútbol que para muchos de nosotros son desconocidos. Un abrazo grande y Hala Madrid siempre!!!

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