Liga ACB; Fase regular -24ª jornada- | El otro Sergio

“En la imagen, Llull anotando la canasta decisiva. Fotografía solobasket.com”

Ambos aparecen cuando su equipo los necesita. Ramos-LLull o Llull y Ramos. Los Sergios del Madrid. Ayer Llull, con una canasta en el último suspiro, inclinó el clásico de la canasta del lado blanco. Mención especial también para Felipón,  que se ha convertido en el máximo reboteador de la historia de la Liga.

Os dejo el artículo de Solobasket, escrito por Evelio Reillo.

Real Madrid  76  Barcelona  75

Un primer cuarto a la altura del escenario. Stratos Perperoglu, tras el fallo en el triple, recibía la asistencia de Tomic y anotaba con la zurda la primera del partido. No tardaría Jonas Maciulis en responder con un triple desde la esquina para dar el primer impulso a un Wizink Center completamente volcado con los blancos. Llenos de intensidad, los blaugrana comenzaban con una defensa muy física de la que Claver se aprovechaba para robar y machacar a una mano sobre Ayón. Los dos equipos entraban al Clásico a un nivel extraordinario y Maciulis se apuntaba otras dos canastas para poner el 7-7 él solo tras tres minutos de juego.

Tres tiros libres y un triple de Brad Oleson comandaban un parcial de 0-8 que ponía la primera ventaja para los visitantes (7-15), mientras Maciulis seguía siendo la única fuente de anotación blanca, con otros dos tiros libres. Sería Ayón el primero en sumarse al lituano (que se sentaba tras cometer su segunda falta), anotando un canastón ante la intensísima defensa del Barcelona Lassa.

El plan de los de Bartzokas era claro: No permitir correr al Real Madrid, cuidando el balón en cada ataque. Un Barcelona centrado como pocas veces esta temporada seguía llevando las riendas del encuentro en el primer tiempo muerto de Pablo Laso con 8 minutos jugados (16-20). El Madrid activaba una marcha más y de la mano de Sergio Llull, con un 2+1, empataba el encuentro a 23 al final del primer periodo.

Llull y Ayón en un lance del partido. Fotografía as.com

Doncic, el indomable, rompe la estrategia del Barça. La serenidad del Barcelona (por las dos pérdidas iniciales blancas) le permitía volver a coger una pequeña ventaja, con una canasta de Faverani y tres tiros libres de Eriksson (23-28). A destacar la defensa de Oleson sobre Llull y Carroll, recordando su mejor nivel. Dos minutos y medio tardó el de Wyoming en anotar la primera canasta para los suyos en el segundo cuarto, pero no encontraban los de Laso la tecla para lograr canastas sencillas. Sin embargo, el precio a pagar de la intensidad defensiva del Barcelona Lassa era entrar en bonus con más de 5 minutos por jugarse del cuarto, y Carroll seguía manteniendo a los suyos. Era Luka Doncic quien más claro leía la defensa rival, y dos asistencias suyas para Hunter, más un mate en solitario de Carroll, ponían al Madrid por primera vez con una pequeña renta a su favor (33-30).

La perla eslovena comandaba un parcial de 19-6, en el que, sin brillar en la anotación (un triple), fue capaz de aportar esa chispa que desequilibraba el ritmo del encuentro. El Barcelona se hundia desde el triple (0/8 en este periodo) y, en los últimos seis minutos y medio de cuarto, solamente Alexandar Vezenkov (tres canastas) fue capaz de anotar. Tras un nuevo fallo de un irreconocible Tyrese Rice (1/6 en TC), Doncic se recorría toda la cancha en cuatro segundos para, en el último segundo, servírsela inteligentemente a Sergio Llull que, fiel a su idilio con la bocina, levantaba al antiguo Palacio de los Deportes y ponía la máxima al descanso (47-36).

Felipe Reyes con una camiseta conmemorativa de su récord. Fotografía Solobasket.

El trabajo atrás devuelve al Barça Lassa al partido. Ante Tomic daba aire a los suyos, anotando la primera canasta en la reanudación, y una suspensión de Oleson volvía a meter al Barcelona Lassa en el partido (47-40). Con un Rice mucho más centrado en la distribución de juego, los visitantes recuperaban la frescura en ataque, anotando sus primeros cuatro lanzamientos, culminados por un triple de Perperoglu.

El ritmo del partido se ponía de nuevo a velocidad blaugrana, con ataques muy largos que aumentaban el ansia del Real Madrid, mucho menos efectivos en ataque que en el segundo cuarto. Un nuevo mate de Perperoglu y un triple frontal de Koponen ponían el 54-51 (min 28.) en el marcador tras un parcial de 7-15, provocando el tiempo muerto de Pablo Laso. La pizarra del vitoriano conseguía que Carroll se alzase solo en el siguiente ataque, anotando un triple, que era respondido inmediatamente por una nueva canasta (y adicional) de Perperoglu. Claver seguía hurgando en la herida con un afortunado triple a tablero, pero en la fiesta del triple siempre estará Sergio Llull, que respondía a su compañero de selección con otro increíble lanzamiento desde más allá del arco (62-57). El partido, más intenso que nunca, a falta de 10 minutos.

El miedo se apodera del Real Madrid en la fiesta de Felipe Reyes. De nuevo era el Barça Lassa quien anotaba primero de la mano de Perperoglu, que se apuntaba su décimo punto en la segunda parte (para 14). Doncic entraba para devolver el desquicie a los de Bartzokas (esta vez a base de rebotes ofensivos), que se transformaba en una antideportiva de Faverani sobre Hunter, que anotaba desde la personal (65-59). Pero el Barcelona no estaba dispuesto a rendirse después del trabajo realizado, y con dos buenas defensas y un triple de Eriksson volvían a ponerse a tiro. Con el partido en un puño (65-62 a 4:33 para el final), el Wizink Center se paraba para homenajear a Felipe Reyes, que se convertía en el líder histórico en rebotes de la Liga Endesa (4.293 capturas). El capitán blanco lo celebraba anotando un tiro libre tras recibir la falta. Pero ahí estaba de nuevo Eriksson para golpear desde fuera y poner más cerca que nunca a los suyos (66-65).

En medio de la locura, aparecía el gran amigo del desmadre. Jaycee Carroll dejaba su sello con 5 puntos en un visto y no visto que volvían a dejar en nada el trabajo culé en los últimos minutos (71-65 min. 37). No podía fallar el Barcelona, que se encomendaba al juego de pies de Tomic. El croata bailaba a Ayón y le sacaba la falta, anotando un tiro libre.

No anotaba desde el primer cuarto y llevaba un 1/10 en tiros de campo, pero la fe de Tyrese Rice acabó dando resultado y su segundo triple de la noche ponía el 71-69 a falta de dos minutos para la conclusión.

En un final digno de un Clásico, apareció el Rey del Vértigo. Tras un nuevo solitario libre de Doncic, Perperoglu anotaba a la contra para poner el 72-71 a un minuto del final. El Barcelona se aprovechaba del nerviosismo madridista y recuperaría la posesión de nuevo. Rice dirigía la jugada y confiaba en la muñeca de Tomic, que, con un perfecto gancho, culminaba la remontada del Barcelona Lassa (72-73) con 26 segundos por jugarse. En menos de seis segundos, Sergio Llull ponía la bola en juego y leyendo con inteligencia, se la dejaba a Randolph para que el americano anotase con la zurda y devolviese la ventaja (74-73). La respuesta volvería a darla un infalible Tomic que, en medio de una tremenda pitada, se giraba sobre sí mismo para poner la ¿última bola? (7 segundos) en manos del Real Madrid (74-75). ¿Para quién tiene que ir el balón cuando más quema? La respuesta es clara: Sergio Llull. El Rey del Vértigo, con un nuevo lanzamiento imposible, daba la victoria al Real Madrid en un Clásico digno de los mejores (76-75). Así captó Juan Carlos García Mate el momento en el que Llull daba la vuelta al marcador.

R. Madrid 23-24-15-14

Barcelona 23-13-21-18