Jornada 5 de la Primera Fase de la Euroliga. Temporada 2015-2016. Partido disputado en el Rhenus Sport de Estrasburgo. 13 de noviembre de 2015. 20:30 horas.
La primera fase de la Euroliga está siendo un verdadero suplicio para el Real Madrid. Si como local venció a una banda, Estrella Roja, y a un buen Bayern de Munich (con un triple milagroso de Jaycee Carroll), fuera del Palacio ha sucumbido de manera clara y contundente en sus tres salidas. Primero contra el Khimki, luego contra Fenerbahce y ahora en Estrasburgo, los hombres de Laso no tuvieron la más mínima opción de llevarse el triunfo para Madrid.
En Estrasburgo, ante un rival netamente inferior en teoría, con jugadores tan “conocidos” como Leloup, Weems (no lo confundan con Sonny), Travis o Duport, el Madrid fue displicente y blando durante muchos minutos, dando a los franceses todas las facilidades del mundo. Solo en momentos del primer cuarto y al final del último cuarto salvó la cara el Real, con Rudy, Taylor y Llull al mando de las operaciones. No puede haber excusas en el calamitoso arbitraje recibido o en la baja de Thompkins por una sobrecarga en la rodilla. El campeón de Europa tiene que despertar de una vez por todas porque su participación en el Top 16 corre serio peligro tras el final de la primera vuelta. Su balance de 2-3 es pobre, muy pobre.
Jornada 5 de la Primera Fase de la Euroliga. Temporada 2015-2016. Partido disputado en el Rhenus Sport de Estrasburgo. 13 de noviembre de 2015. 20:30 horas.
Las declaraciones de Pablo Laso al finalizar el choque son el mejor resumen posible a una derrota muy dolorosa: “No hemos estado preparados ni física ni mentalmente para este tipo de partido”. “No hemos podido contestar a la batalla que ha habido en la cancha”. “Ganaron fácilmente aquí al Fenerbahce y hubiera sido estúpido por nuestra parte pensar que íbamos a ganarles de forma clara”. Tres frases muy duras del técnico vitoriano. Pero son muy acertadas, como siempre que Laso disecciona un partido en sala de prensa.
Un lance del partido entre Estrasburgo y Real Madrid.
Y es que el Estrasburgo comenzó el partido a todo trapo, zarandeando al Madrid como a un pelele. Con un parcial de 7-0 se vino arriba y disfrutó siempre de ventajas claras en los primeros minutos (12-4, 15-6 y hasta un apabullante 22-9). El Real era un barco a la deriva. Ni defendía ni atacaba con sentido. Collins, Fofana, Weems, Beaubois y Golubovic estaban machacando al actual campeón de la Euroliga.
Pablo Laso hizo rotaciones, señalando a Ayón, Felipe Reyes y Carroll, tres de los titulares, junto con Llull y Rudy. La entrada de Taylor, Willy Hernangómez y Nocioni fue clave para que el Madrid, al fin, bajara el culo en defensa y se metiera en el partido. Con una defensa en zona press fue cortando balones y anotando en sus ataques gracias al acierto de Rudy y Sergio Llull. Un parcial de 0-16 volteó el marcador para desconcierto local (22-25). Lástima que el Madrid solo jugara de esta manera durante 3 minutos. El espejismo duró hasta que el Estrasburgo, agarrándose a sus suplentes (Campbell se vistió de Michael Jordan), volvió a recuperar la ventaja para no perderla más en todo el choque. Con ataques sencillos pero un acierto brutal en el triple, robando rebotes en la zona blanca y defendiendo muy bien el juego interior del Madrid, los franceses fueron netamente superiores en la primera mitad (51-44).
Rudy se lamenta durante un lance del partido.
En la segunda parte el Madrid perdió el norte, fallando muchos tiros liberados y entregando la bandera con una defensa de patio de colegio.
El Estrasburgo, tras un parcial de 13-0, llegó a vencer 62-46. Pablo Laso pidió varios tiempos muertos, intentando motivar a los suyos con mensajes duros, optimistas, directos… no hubo manera. El equipo estaba KO. Al final del tercer cuarto todo parecía indicar que la derrota iba a ser amplia (78-63).
Y el comienzo del último acto, con un parcial de 5-0, fue una losa insalvable. Con 83-63 y más de 9 minutos por jugar se cernía sobre el Madrid una debacle. Perder entraba dentro de lo posible, pero perder por 20 puntos era meterse en enormes problemas para llegar al Top 16. Rudy, Llull, Felipe y un magnífico Taylor, dieron un último empujón para que el Madrid se acercara a solo 6 puntos, ya en el último minuto (89-83).
El resultado final, 93-86 no es malo del todo porque en el Palacio, con la ayuda del sexto hombre, el Madrid debería vencer por más puntos. Pero la imagen del equipo fue mala durante muchos minutos. Desconectados y perdidos sobre la cancha. Algo muy extraño en el equipo que lo ha ganado todo no hace tanto tiempo.
No podemos justificarnos en arbitrajes, mi impresión es que este año no se ha planificado bien el juego interior y tenemos importantes carencias que se reflejan en los resultados. Las bajas de Mejri, Bourussis y Marcus Slaughter, han sido mal cubiertas. Hernángómez no tiene la contundencia que requiere un pivot de Euroliga y solamente Thompkins, Ayón y Felipe deben hacer frente con garantía a unos pivots normalmente de mayor envergadura. Tenemos carencia de centímetros en la pintura y a Doncic todavía le faltan algún tiempo de cocción, en consecuencia mucho peor plantilla que el pasado año y eso se nota en los resultados. Y mientras tanto Borussis triunfando con el lider victoriano. Gran contradicción.
No podemos justificarnos en arbitrajes, mi impresión es que este año no se ha planificado bien el juego interior y tenemos importantes carencias que se reflejan en los resultados. Las bajas de Mejri, Bourussis y Marcus Slaughter, han sido mal cubiertas. Hernángómez no tiene la contundencia que requiere un pivot de Euroliga y solamente Thompkins, Ayón y Felipe deben hacer frente con garantía a unos pivots normalmente de mayor envergadura. Tenemos carencia de centímetros en la pintura y a Doncic todavía le faltan algún tiempo de cocción, en consecuencia mucho peor plantilla que el pasado año y eso se nota en los resultados. Y mientras tanto Borussis triunfando con el lider victoriano. Gran contradicción.