“En la imagen, Herrerín el día que Cristiano le hizo partícipe del Balón de Oro recién ganado por él”
No era un goleador de 50 goles por temporada, ni un portero de paradas milagrosas que salvan partidos y ganan campeonatos, ni siquiera un defensa ante el que se arruga el delantero más habilidoso. Para dejar huella en este club no es necesario vestirse de corto y pisar el césped de cualquier estadio del mundo. Agustín Herrerín ha dedicado 50 años de su vida a nuestro Real Madrid, a su Real Madrid.
Muchas anécdotas a lo largo de esos 50 años en el club, especialmente desde que comenzó a realizar las funciones de Delegado de Campo, pero siempre quedará en la memoria su actuación durante en la previa del partido de ida de las semifinales de la Copa de Europa 97-98 frente al Borussia Dortmund, cuando la portería del fondo sur se venía abajo tras los aficionados de ese fondo subirse a la valla. La efectiva y rápida actuación de Agustín cogiendo a dos empleados del club, un camión y marcharse a la antigua Ciudad Deportiva a por una portería, evitó una posible eliminación del equipo, que posteriormente ganó ese día por 2-0 y en la vuelta con el 0-0 se clasificaría para la final de Amsterdam que nos dio la Séptima Copa de Europa.
Pero no se queda solo en su profesionalidad, ya que Agustín se ha ganado el cariño de todos los que le han conocido por su gran calidad humana. He tenido la suerte de conocerle personalmente, ya que durante varios años compartió localidad con mi padre en la tribuna de fondo norte, y su amabilidad y simpatía eran enormes.
Desde La Gran Familia queremos unirnos al dolor de familiares y amigos, así como a todos los componentes de nuestro club que sentimos su pérdida.
¡¡¡Descansa en paz Agustín!!! Agustín Herrerín (1933-2019)