Minuto noventa y tres, encogido el corazón,
no queda tiempo después, es la ultima ocasión…
Caras de nervios y estrés, caras de pura ilusión,
todos centran su interés en el vuelo del balón.
Sergio despega sus pies, contén la respiración…
Mientras tanto en Barcelona, los chicos de la Masia sobrecargados
de hormonas, feliz se las prometían.
Sentados en su poltrona, miran la tele y ansían que brillante la orejona
termine este hermoso día tan solitaria y tristona en una colchonería.
Pero entonces el de Camas, madridista y sevillano, con ese cuatro a la espalda,
gritando «¡a por ellos vamos!», toma impulso ,brinca , salta…
«¡Sube al cielo Sergio Ramos, cabecea con el alma, que entre todos la empujamos!»…
Nuestra afición se levanta, llorando nos abrazamos, y miles de voces cantan:
«Real Madrid… ¡yo te amo!».
Que tremenda decepción para los hichas culés, cuando entraba ese balón
justo en el noventa y tres.
Y todavía mejor cuando poquito después, vino la prolongación…
y metimos otros tres.
Y qué gran desilusión, qué desenlace funesto para los del Calderón:
Se quedaron descompuestos con el golazo en cuestión, les hizo cambiar el gesto
ver al Madrid campeón.
Hablaran del presupuesto, del árbitro y su afición, de que son un club modesto,
aunque no tengan razón…
Y recodaran molestos lo que ya es una obsesión: «Cuarenta años …pa esto,
joder con la maldición».
La Décima ya está aquí, donde se merece estar, donde vivirá feliz con sus nueve
hermanas más.
Como sigamos así, de nuevo habrá que ampliar el museo de Chamartín, para poder
albergar tanta historia del Madrid.
Es la Décima de Ramos,
la Décima de Zidane,
la de Marcelo y Cristiano,
la de Alonso y Carvajal,
la del gordito Ronaldo,
Pepe, Isco y Benzema.
Guti con su taconazo
y Gareth Bale y Varane,
Casillas y sus milagros,
Modric, Figo vaya cracks…
Es la de Roberto Carlos, increíble lateral,
la de Redondo en Old Trafford, que difícil de olvidar.
Mijatovic , que golazo, que bonito es recordar…
Y Raúl González Blanco, sencillamente genial.
El eterno campeón vuelve una y otra vez, para dotar de esplendor
su impecable palmarés.
Que retumbe nuestra voz…
¡Nueva más una son Diez!
Y que suene esta canción:
«¡¡¡Como no te voy a querer!!!».
Ayer recibía por whatsapp esta preciosa poesía dedicada a nuestro equipo y la Décima. Me la mandaba nuestro presi Gerardo al cual también se la habían mandado, pero no me supo decir el autor, ni yo he logrado averiguarlo, pero me parece una maravilla digna de compartir con vosotros.
Antonio Armero Rodríguez
ole, ole y ole………….
¡¡FANTÁSTICO!!
Después de cantar el himno a la Décima, solo faltaba leer tan magnífico y divertido poema. Enhorabuena al autor y a ti amigo Antonio por publicarlo.
Abrazos a todos los madridistas, felicitemonos entre nosotros, estoy cansado de felicitar a nuestro rivales cuando nos ganan y no recibir el mismo trato cuando les ganamos.