Hace no tanto tiempo, la celebración de un Real Madrid-Barça o viceversa, bien en futbol o en baloncesto, para los madridistas era una ocasión de disfrutar ganando a nuestro máximo rival (con permiso del Atlético). Era una ocasión, para si se podía, humillarles deportivamente hablando. Ahora, cada vez que se acerca un duelo frente a los azulgranas, en cualquiera de las dos disciplinas, a uno le entran los temores, y se termina convirtiendo en una pesadilla. Ayer, y una vez más en los últimos enfrentamientos entre ambos equipos, el conjunto barcelonista nos volvió a pasar por encima. Al igual que con el equipo de futbol, pido paciencia para un nuevo proyecto, aunque en este caso, para el entrenador ya es la segunda temporada. Bien es cierto que en la plantilla se han producido varios cambios, pero eso no justifica una derrota tan humillante ante el eterno rival. Excepto en el ultimo cuarto, en el que quizá los azulgranas se relajaron por el amplio marcador favorable, en los demás, los hombres de Xabi Pascual fueron abrumadoramente superiores. Dice Messina, que vio una actividad triste y mediocre en el equipo, pero pienso yo, que él también tendrá algo que ver en la debacle. Solo nos queda esperar, que el italiano tome cartas en el asunto y enderece la Nave Blanca de cara a la Liga y la Copa de Europa. Del partido en si, nada que hablar después de un ridículo tan tremendo.
Cinco inicial: Tomic, Prigioni, Reyes, Velickovic y Llull. También jugaron: Suárez, Mirotic, Sergio Rodríguez, Garbajosa, Vidal, Fischer y Tucker.
25 de septiembre de 2010
Antonio Armero Rodríguez