Opinión

EL APASIONANTE MES DE ABRIL (6)/ EL REINO DE LA COPA PARA EL EJERCITO BLANCO

Como lo había bautizado hace unos días, el apasionante mes de abril se había convertido en «La guerra de los tres reinos». Pues bien, si la batalla por el Reino de la Liga, quedo en tablas, pero con todos los condicionantes para que el ejercito azulgrana vuelva a coronarse este año rey de la liga. Aunque aun quedan batallas por disputar todo parece ser que el ejercito dirigido por el general Guardiola se hará por un año más con dicho reinado.

Pero para el Reino de la Copa, y después de haber ganado los ejércitos blaugranas y madridistas a sus distintos oponentes sus respectivas batallas, la disputa por el Reino de la Copa se quedo en una batalla final entre barceloneses y madrileños por hacerse con la corona de la Copa.

Hasta llegar a dicha batalla final, el camino de el ejercito blanco había sido mucho más complicado, ya que por el camino tuvo que derrotar a los dos ejércitos que se habían disputado el trono el año pasado. Pero los blanco pudieron con los ejércitos Indios e Hispalenses.

La batalla final se disputaba en terreno neutral, en otro reino, el de Valencia. Todo apuntaba a que el ejercito azulgrana volvería a reinar en la Copa, reino en el que por otro lado es en el que más a reinado, quitando dicho honor al ejercito rojiblanco de Los Leones, los cuales eran históricamente el verdadero Rey del Reino de la Copa.

Pero el ejercito blanco no conoce el miedo, en ocasiones ignora las dificultades y se convierte en un lobo sediento de victorias. El ejercito blanco durante los últimos años había sufrido todo tipo de afrentas, de criticas en ocasiones despiadadas, y se le había ninguneado su historia. Y cuando el ejercito blanco se siente herido es muy peligroso.

Y comenzó la batalla final. El ejercito blanco salio como lobo hambriento a comerse a su rival, y durante los primeros 45 minutos de la batalla estuvo a punto de comerse a su oponente. Le falto algún mordisco a la yugular para poner la batalla de su lado.

El la segunda mitad de la batalla y viendo lo que les podía pasar los hombres del general Guardiola salieron en busca de su rival, y por momentos el ejercito blanco se vio superado por la mejor disposición táctica de su rival. Entonces, apareció la figura del capitán del ejercito blanco, ese al que en tierra de vikingos se le conoce como San Iker. El escudo del capitán blanco evito que su ejercito fuera herido de muerte por las flechas lanzadas por el ataque azulgrana.

La actuación de San Iker trasmitió fuerzas a las piernas de sus soldados, y en una ultima intentona se fueron a derribar la fortaleza blaugrana. Un tiro con la ballesta salido de las piernas del soldado Di María pudo poner punto final a la batalla, pero un soldado azulgrana llamado Pinto lo evito.

Como la batalla volvió a terminar en tablas, y en esta ocasión no había más por delante, decidieron jugarse el Reino en 30 minutos más de encarnizada lucha.

Y de nuevo ambos ejércitos se enfrascaron en una batalla frenética. Pero parecía que las piernas culés termino con el que se conoce al ejercito azulgrana) pesaban más que las de los soldados dirigidos por el general Mou, el cual, desde su atalaya, alentaba a sus chicos en pos de la victoria.

Y llego el momento en el que tres de los más aventajados miembros del ejercito blanco se pusieron de acuerdo para penetrar en las líneas azulgranas y dejarles tocados de muerte. El soldado Di María recogió un arma en forma esférica de los pies del soldado Marcelo, el soldado venido de la Argentina decidió entregar esa arma esférica al teniente portugués llamado Cristiano, y este, elevándose al cielo de Valencia para recogerla con su cabeza, la impulso en dirección al portón que guardaba la fortaleza azulgrana. Fue tan certero el disparo, que hizo volar la fortaleza.

Pero aun había que entrar dentro de ella, y el ejercito azulgrana quería impedirlo por todos los medios, pues aun quedaban más de 15 minutos de batalla. Pero el ejercito blanco se mantuvo firme, apretó los dientes y se fueron directos a por el Reino de la Copa.

El juez de la batalla, un tal Undiano, dictamino que la batalla había terminado. El ejercito blanco había conseguido derrotar a su oponente y hacerse con el Reino de la Copa. El capitán de los blancos, San Iker, subió junto a sus compañeros unas escalinatas que le llevaban ante el Rey de todos los reinos, y este, le entregaba la corona que les investía como el presente Rey del Reino de la Copa.

En pocos días, ambos ejércitos se tienen que ver en doble batalla para intentar ser reyes de Europa, pero eso es otra historia.


Gol de Cristiano. Video subio por RTVE a Youtube
Antonio Armero Rodríguez

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