Como responsable de esta Web me vais a permitir que me tome una licencia, y es el dedicar este artículo a un pueblo que ya siento como mío. Y lo siento por una serie de personas que ya son amig@s, y que a través de ellos y el cariño que me han dado han conseguido que me sienta medio hellinero.
Como os decía, os pido permiso para tomarme esta licencia. Son días en los que además de sufrir por lo que vemos a través de las noticias con la pérdida de tantas vidas, con un futuro incierto en lo laboral y económico, no ya sólo a nivel nacional, sino mundial, uno añora cosas a las que a lo mejor antes no les dábamos tanta importancia, o no tanta como en estas situaciones te das cuenta que tienen. La familia y la amistad son dos cosas a las que siempre las he puesto en lo más alto de la pirámide que forma mi vida, y el no poder estar ahora mismo cerca de tantos seres queridos, te hace echarlos mucho más de menos de lo habitual, y más en el caso de mis amigos hellineros, a los cuales, y aunque hablemos habitualmente por los medios que nos proporcionan las nuevas tecnologías, se le añora. Y uno, que como os comentaba con anterioridad, ya conoce Hellín, y lo siente como algo suyo, sabe que estos días al dolor por todo lo que está ocurriendo, se les une el de no poder celebrar algo tan suyo como la Semana Santa y su Tamborada. Por ello les he pedido a dos amigos, que nos expresen ese sentimiento. A uno, recordando aquel día en que los tambores de Hellín redoblaron en el Santiago Bernabéu, y al otro, pidiéndole que nos explique, si es que se puede explicar, lo que supone para ellos su Semana Santa, su Tamborada, y el dolor de no poder celebrarla este año por las circunstancias actuales, y que el año pasado no la pudiesen celebrar plenamente por las inclemencias meteorológicas.
El día que unimos nuestras dos pasiones (por Javier Callejas)
Hola familia madridista!, os quiero hablar de lo que para mi y todos mis hellineros miembros de la Gran Familia fue uno de los días más especiales de nuestras vidas. Dicen que los hellineros nacemos con un tambor bajo el brazo, en cierto modo, así es. Desde muy pequeños aprendemos a tocar nuestro “racataplá” cada Semana Santa, una fecha muy importante para nosotros. Pues bien, imagínense por un momento, tocar nuestro “racataplá” en nuestro templo, en nuestro Estadio Santiago Bernabéu, nada más y nada menos que en un partido de Champions League, con el equipo de nuestros sueños en el césped. Conforme entramos a la grada fans con nuestros tambores colgados, los pelos se nos pusieron como escarpias, fue una sensación indescriptible, pero más indescriptible fue tocarlo con todos mis compañeros, con todos mis amigos. Lo recuerdo como si fuera ayer, Roberto Carlos se acercó y con una gran amabilidad se tomó unas fotos con nosotros, Capri nos guió porque era difícil coordinarnos con el resto de peñas y la verdad, todo salió bastante bien. Lo único negativo, nuestro Real cayó 0-3 ante el CSKA aunque con la clasificación ya en el bolsillo. No sabemos qué pensaría de nosotros todo el estadio, pero lo cierto es que animar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu con nuestros tambores y con nuestro toque era algo que ninguno de nosotros habriamos imaginado jamás.
Una ilusión rota, un pueblo unido (por Rubén Ayuso)
Dolorosa. Una palabra que significa mucho para el pueblo de Hellín y que viene a la perfección para describir la Semana Santa 2020. Si cada año, al finalizar nuestra semana de pasión, queda un vacío irremediable dentro de cada hellinero/a, imaginad cómo podemos llegar a sentirnos en estos días, sabiendo que tendremos que esperar un año más para ver nuestras imágenes y nuestros tambores por las calles de Hellín.
Están siendo días raros, difíciles. Algo a lo que no estamos acostumbrados. El domingo de Ramos no vimos a esos niños ilusionados, que llegan a la plaza de la iglesia con su palma, a participar en la primera procesión de la semana; este miércoles Santo, no se escuchará el redoblar de los miles de tambores que acompañan al Medinaceli a la parroquia de la Asunción; el Calvario no se teñirá de negro este viernes Santo y la Soledad, no llorará solo la muerte de Cristo, sino la de muchas personas que, desgraciadamente, estos días nos están dejando.
Este año tendremos que vivirlos en casa y con el corazón, tirando de recuerdos de años pasados y anhelando los que están por venir. Se esperaba con ilusión la llegada de esta semana, sobre todo, después de que la lluvia hiciera acto de presencia el año pasado, y ahora toca remar con más fuerza que nunca para que, dentro de un año, podamos disfrutar de lo que nos gusta todos juntos.
Hellín aguardará con ilusión y con más ganas que nunca, la llegada de una nueva primavera, la del 2021, en la que hellineros, tamborileros y cofrades, llenarán las calles de tradición, redobles y hermandades al ritmo del Sentimiento de un Pueblo.
Otra pasión que inunda el corazón de muchos hellineros es nuestro Real Madrid. Ese que, a pesar de enfadarnos de vez en cuando, es más que necesario en nuestro día a día.Se hacen largas las semanas sin nuestros partidos de Liga, sin esas noches mágicas de Champions y sin poder estar cerca del equipo, que es lo que añora esta Gran Familia.
Un hellinero y madridista de corazón se despide de vosotros y os manda todo el ánimo y toda la fuerza de este pueblo para pasar esta situación en la que nos encontramos de la mejor manera posible. Un abrazo y…cómo no, ¡Hala Madrid!
Quiero agradecer a Javi y Rubén su colaboración y el sentimiento con el que nos han expresado la manera de vivir sus distintas pasiones. Una, para mi la más importante, la que tiene que ver son sus raíces, con su pueblo y sus gentes. Su Semana Santa y sus tambores. Y por otro lado, su afición por el mejor equipo de fútbol del mundo, nuestro Real Madrid. La pasión por su pueblo, por sus tradiciones, es notable en la mayoría de los hellineros, y os lo dice uno que ya los va conociendo medio bien. Pero de igual modo os puedo decir que el madridismo arrasa en Hellín, un madridismo que a lo mejor estaba dormido, pero que nuestro amigo Capri con la ayuda de nuestra Gran Familia ha revitalizado hasta llevarlo a cotas insospechadas.
La Semana Santa 2021 nos espera amigos, y como le decía a un amigo el otro día, el año que viene los tambores se escucharán hasta en Laponia. Y Jesús de Medinaceli paseara la calles de Hellín majestuoso, junto al resto de pasos que componen vuestra Semana Santa, vuestras tradiciones y vuestras raíces.
¡¡¡ Mucho ánimo y mucha fuerza !!!, ya queda menos.
Muchas gracias Rubén y Javi por transmitirnos la pasión que vuestro pueblo siente por la Semana Santa, los tambores, vuestras tradiciones y nuestro Real Madrid
Gran artículo Antonio.
Esperemos que así sea, y que el año que viene podamos vivir nuestra mayor tradición plenamente.
Aprovecho para comentar a todo el que quiera vivir una experiencia única, que os esperamos en Hellín en la Semana Santa 2021.
Gracias por el comentario Juan Francisco. Agradecérselo a dos paisanos vuestros como son Javi y Rubén, que me han ayudado a realizarlo. Y esto seguro que Dios querrá que esto pase y el año que viene podais disfrutar de esa maravillosa tradición de vuestra Semana Santa y vuestros tambores. Un saludo afectuoso y mucho ánimo.